1. ¿Existen centros
educativos especiales para los niños con alergia a alimentos?
Hoy en día en España no existen
centros específicos para este tipo de alumnado, ya que la alergia no considerada una condición que determine el tipo de modalidad de escolarización.
Los niños con alergia
pueden ser escolarizados en cualquier centro educativo.
Algunas Comunidades Autónomas o provincias establecen en la
convocatoria que regula el proceso anual de escolarización la concesión de un
punto en el baremo de admisión cuando se certifique "enfermedad crónica
del sistema digestivo, endocrino o metabólico del alumno que exija el
seguimiento de una dieta compleja y un estricto control alimenticio".
2. ¿Existe una normativa
educativa sobre la escolarización de los niños con alergia?
No hay ninguna normativa de ámbito nacional que regule la
escolarización de este tipo de alumnado. Las Comunidades Autónomas son las que tienen
competencias para el desarrollo de la normativa educativa.
Algunas de estas Comunidades Autónomas han establecido protocolos de
escolarización de niños con alergia a alimentos, en las que establecen
cómo debe de desarrollarse la atención educativa a estos niños. Es el caso por
ejemplo de Cataluña, Sevilla o Málaga.
3. ¿Esta el centro educativo en la obligación de administrar la medicación necesaria en el caso de que se de una reacción alérgica en la
escuela? ¿Se puede exigir responsabilidad civil o penal al profesor en caso de
que surja algún problema de la administración de esta medicación?
La adrenalina es el medicamento de elección en el
tratamiento de la anafilaxia. Es una
medicación de primeros auxilios que no requiere conocimientos médicos para su
administración, pues su presentación en autoinyector está diseñada para ser
utilizada por un personal no sanitario.
La reacción alérgica grave o anafilaxia es una urgencia
vital por lo que la administración de esta medicación es una medida de primeros
auxilios. No se trata de que el profesorado tenga o no la obligación de
medicar, sino del deber de socorrer, el deber del cuidado por tener a su cargo a los alumnos durante la jornada escolar.
Por este motivo, aunque no exista una normativa específica para los centros educativos, el personal
educativo ha de regirse
por lo expuesto en el artículo
195 del Código Penal que
establece "la obligación de todas las personas de socorrer a una persona que se
halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin
riesgo propio ni de terceros".
El artículo 20 del Código Penal indica que "están exentos de responsabilidad criminal los
que obren en cumplimiento de un deber".
En este sentido se debe indicar que no existirá ninguna responsabilidad de cualquier género si a la hora de socorrer se
produce alguna aplicación incorrecta del medicamento de rescate (adrenalina
intramuscular) con el fin de salvar la vida del niño con alergia.
4. ¿Cuáles son las situaciones de riesgo en el
colegio?
Las situaciones que más se identifican como situaciones de riesgo dentro del colegio son la hora de la media mañana en el recreo y la hora del almuerzo en el comedor, pero debemos de tener en cuenta que el riesgo de que cualquier alumno alérgico pueda entrar en contacto con algún alimentos puede darse en todas las situaciones y en todas las zonas del colegio.
La presencia de un alimento alérgeno es evidente cuando esta presente la comida, pero más aun cuando esta se encuentra de forma oculta en la composición de algún alimento.
Nos podemos encontrar el alérgeno en las actividades de aula
cuando se utilizan alimentos; en actividades
complementarias y extraescolares como talleres de cocina, fiestas y
celebraciones; en las salidas y excursiones donde se pueden realizar comidas...
5. ¿Es una medida
adecuada evitar la participación del niño con alergia en las actividades donde esté presente el alérgeno para proteger su salud?
La única medida que previene una reacción alérgica es
asegurar que el niño no entra en contacto, de forma accidental, con el
alérgeno.
Evitar su participación en actividades donde se pueden encontrar el alérgeno le priva de oportunidades de aprendizaje y afecta negativamente a su desarrollo psicoemocional.
Tenemos que tener en cuenta que el niño con alergia tiene las
mismas necesidades educativas que el resto de sus compañeros, por lo que no se le debe
excluir de ninguna de las actividades. En su lugar procuraremos elegir alimentos que sean aptos para ellos,siendo fundamental para esto la colaboración entre la familia y el centro.
6. ¿Es adecuado explicar
al resto de compañeros de la clase la alergia del niño? ¿Y a los
padres de los compañeros?
Explicar la alergia que padece un alumno al resto a sus compañeros o a los padres de estos es adecuado, incluso es es conveniente trabajar el tema de la alergia en grupo, creando así un ambiente de solidaridad y respecto, donde se empatice con estos.
Con ello conseguiremos que el niño y sus compañeros vean su alergia como algo normal, además,estos podrán aprender cómo cuidar a su amigo para que no tenga
reacciones alérgicas.
7. ¿Hay alternativas a las celebraciones con
comida?
Culturalmente identificamos las celebraciones con
la comida, pero existen diversas alternativas en las que no sea la comida como el principal elemento de una fiesta, por ejemplo a la hora de celebrar un cumpleaños en clase podemos soplar una tarta de plastilina que
los propios niños pueden elaborar en el aula, pueden entregar una tarjeta de felicitación hecha por los compañeros, sustituir
las golosinas que se reparten en los cumpleaños por bolsitas de juguetes o incluso elegir
alimentos aptos para él.
Las posibilidades son infinitas, solamente de necesita un poco de creatividad
o incluso buscando información en internet, donde seguro que se encuentran alternativas originales y que
agraden a todos los alumnos.
8. ¿Tienen los comedores escolares la obligación
de servir menús especiales?
El documento
de consenso sobre la alimentación en los centros educativos recomienda que se fomente la formación específica del personal del comedor
escolar en este tema, la elaboración de menús especiales adaptados a la
alergia del niño o, en caso de que no sea posible elaborarla en la cocina del
centro con suficientes garantías, que se faciliten los medios para la
conservación de la comida proporcionada por la familia.
La ley 17/2011 de 5 de julio de Seguridad Alimentaria y
Nutrición establece que los centros educativos informarán a las familias de los
menús mensualmente, incluidos los de los niños con alergias y otras
enfermedades que precisen menús adaptados. Incluso pondrán a disposición de las
familias la información sobre los productos empleados en los menús. Esta
normativa recoge también la obligatoriedad de elaborar menús infantiles
especiales o garantizar la conservación de la comida traída de casa.
Más información en: http://www.aepnaa.org/podemos-ayudar/comedores-escolares-15
9. ¿ Es una medida adecuada separar al niño con alergia en el comedor
escolar ?
Como hemos dicho anteriormente las medidas para garantizar la seguridad física del niño ante un alergeno no deben basarse en su
exclusión.
Tampoco es una medida adecuada situar a todos los niños con
alergias en la misma mesa, ya que cada niño tiene una alergia diferente, por lo que el riesgo va a seguir existiendo.
10. ¿Tenemos que esperar a que el niño reconozca cuándo está sufriendo una
anafilaxia y nos avise? ¿Debe ser capaz de ponerse la adrenalina él mismo?
En función de la madurez del niño, este podría reconocer el inicio
de una reacción alérgica grave (anafilaxia) si ya la ha padecido con anterioridad,
y avisar de que se encuentra mal. Pero no podemos confiar en que niños pequeños
puedan reconocer y avisar al inicio de una reacción, puesto que algunos
síntomas como el picor son subjetivos.
Es importante instruirles en el reconocimiento de síntomas y
cómo actuar ante una reacción alérgica, incluida la administración de
adrenalina, siempre con información adecuada a su edad, para que se impliquen
en su autocuidado cuanto antes.
Sin embargo, no podemos confiar en que el niño sea capaz de
administrarse la adrenalina en el momento necesario. Debemos considerar que la
anafilaxia es una urgencia vital, que puede cursar con dolor, dificultad
respiratoria severa, mareo, desvanecimiento...; además, es difícil para el niño
decidir inyectarse a sí mismo en una situación de estrés como es la anafilaxia.
Nunca se dejará solo a un menor que está sufriendo una
anafilaxia. Se debe vigilar continuamente y avisar a emergencias, ya que tendrá
que recibir tratamiento médico, aún después de haberle administrado la adrenalina.
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